UN BUEN COMENTARISTA – Sergio Perela

Una buena retransmisión requiere un buen comentarista. Esa perogrullada con la que abro, que formaría parte del hipotético ‘manual básico de retransmisiones’, no debe serlo tanto cuando nunca nadie me ha preguntado cómo se eligen los comentaristas o, en este caso, qué requisitos básicos deben tener. Sí, todos acudimos prestos a pegar los palos que correspondan, pero nunca nos preguntamos lo anterior.

Desde luego que un buen comentarista de cualquier deporte debe tener el equilibrio perfecto entre el conocimiento profundo y la capacidad de hacerlo inteligible para todos, dinámico y fresco. Dicho así parece algo sumamente sencillo, pero no lo es. Primero, no hay muchísima gente con capacidad de lectura del juego, ni siquiera del que todos presumimos saber algo que es el fútbol. Hay mucha gente en el bar que sigue sin distinguir un extremo de un interior. Pues vayamos a nuestro deporte, al baloncesto; que por el hecho de ceñirse a un espacio tan reducido como es la cancha de juego cuenta con una cantidad de variantes tácticas y probabilidades que se asemejan más a las matemáticas que a cualquier otra cosa. Los que hemos jugado, a los que por tanto se nos presupone una familiaridad mayor con las circunstancias del juego, no se nos escapa una defensa individual o una zona; pero creedme cuando os digo que se nos resbalan las variantes más allá del caja y uno. ¡Qué deciros cuando llegan finales de partido apretados! Un comentarista avezado va a darte de forma rápida y natural todas las variables sin necesidad de pensarlo. Él las respira.

Pero claro, no suele darse la unidad del conocimiento profundo y la expresión dinámica. Es difícil. Y en realidad es sencillo de entender porque, como ya escribía Shakespeare en Hamlet, todos valen para enterrar menos los enterradores. ¿Podrá explicarnos la fisión nuclear un científico que vive todos los días en un ambiente científico y familiarizado con todo ello de forma que lo podamos entender nosotros, gentecilla de la calle? Pues lo más natural es que una proporción enorme de esos especialistas considere que explicarlo de forma sencilla e inteligible es igual que no explicarlo, porque se pierden matices que le parecen imperdonables. El conocimiento profundo muchas veces lleva a considerar todo lo demás como incompleto, luego es incapaz de hacerse entender y abrirse a mentes que no tienen los condicionantes básicos, pero sí el interés despierto.

De todos los comentaristas con los que he trabajado en mi vida, narrando el deporte que haya sido (que ha ido desde saltos hípicos, traineras, billar pool bola 9, hasta el omnipresente fútbol), he aprendido algo. Del binomio narrador – comentarista depende que vosotros lo paséis bien en casa, así que es responsabilidad del narrador el lograr la conexión. Pero hay gente que me lo ha puesto muy fácil. Y si sólo hablo de baloncesto, todos los que he tenido a mi lado en Movistar+ me han dejado poso y la mayoría son amigos. ¿Cómo no voy a alegrarme de que Nikola Loncar nos abandone para ser Director Deportivo del Partizan, como ya hizo antes para serlo en Barcelona Nacho Rodríguez? ¿Quién mejor que Germán Gabriel para moldear a los jóvenes de cantera de Unicaja? Conoce el club, la ciudad, tiene trayectoria y ya lo ha hecho incluso son equipos norteamericanos. Y claro, cómo no iba a ser esperable que Mariano de Pablos, con esa capacidad de transmisión de conocimiento y esa paciencia, terminase moldeando también el futuro del baloncesto del Real Madrid. Mucho nos había durado alguno. Además ellos ahora se llevan la impresión del otro lado de la trinchera, con lo que también van a entendernos mejor a nosotros en determinadas

Sergio Perela: @sperela

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