La excepción que confirma la regla – Artículo Cedric Arregui Guivarc´h

20 de Agosto 2006. En una cancha de Linares (Jaén) se juega un partido de Baloncesto. Con empate a falta de 28 segundos para el final de la primera prórroga. el equipo local saca de banda desde su banquillo (pista trasera). El jugador al que va dirigido el pase deja que bote, lo controla con el pecho, mira a lo lejos el reloj de partido y tras esperar unos instantes, empieza a botar el balón con su mano derecha. Se dirige a la mesa de oficiales reclamando algo. Nadie sabe qué es lo que reclama. La jugada sigue.
Momentos más tarde esta acción pasaría a la Historia del Baloncesto. El jugador era Ricky Rubio y era la única persona que supo qué tenía que haber pasado. Habiendo tocado el balón con el pecho el reloj de partido se ponía en marcha. Lo que reclamaba era que se ajustase el tiempo del reloj de posesión puesto que los oficiales de mesa lo iniciaron a la vez que el de partido. En el momento no cambió nada, pero luego se tuvo que adaptar el reglamento al Juego, una vez más.

Final del Europeo cadete 2006:
https://www.youtube.com/watch?v=lRLV4os3ums

Explicado por su padre:
https://www.youtube.com/watch?v=9PWbN-7Luug

Desde que en 1891 James Naismith esgrimiese el primer reglamento de Baloncesto con sus 13 reglas originales, el reglamento de nuestro deporte es de los que más han evolucionado y de los pocos que siguen en incesante transformación. Además, el Baloncesto cuenta con uno de los reglamentos más complejos, tanto por extensión del propio reglamento como por las numerosas interpretaciones de los artículos.

Demasiadas veces nos encontramos sumergidos en nuestra rutina habitual de entrenamiento preocupados tan sólo en mejorar a nuestros jugadores y a nuestros equipos con ejercicios y juegos dirigidos a trabajar conceptos o fundamentos concretos. Muy pocas veces nos planteamos crear vicisitudes en el propio reglamento, ya sea por espacios, tiempos o “forma de interpretar los contactos”.
A la hora de entrenar lo hacemos buscando recrear situaciones analíticas que mantengan la esencia del juego real con el fin de ser transferidas a posteriori en el juego global.

Al igual que jugamos con variantes técnico-tácticas (limitación de botes por jugador, preferencias de algún tipo de salida (de arrancada o de contraataque, etc…), también podemos y debemos hacer uso de variantes del reglamento en los juegos y ejercicios de nuestros entrenamientos.

La forma más pertinente es hacerlo buscando los límites del reglamento. Empezaremos viendo “aproximaciones” básicas al reglamento, desde mini-basket (que cuenta con un reglamento “light”) a canasta grande con el reglamento “estándar”.

En toda iniciación al Baloncesto, las primeras dos normas básicas que se aprenden son las relativas al Doble Regate (Dobles) y al avance ilegal (Pasos). Y de los primeros contenidos que se enseñan son el bote, las paradas (con y sin balón) y las salidas. ¿cuántas veces hemos impuesto el bote con mano dominante y no-dominante? ¿y pararnos cada vez que recibimos o dejamos de botar?
Para iniciar, restringimos el reglamento.

Luego, algo que siempre buscamos es intensidad defensiva, tanto en defensa a jugador con balón como al jugador sin balón.
Comparemos las veces que pedimos más intensidad defensiva con las veces que pedimos que no hagan faltas. Tan sólo una pequeña reflexión para ver todo lo que podemos lograr teniendo en cuenta el reglamento.

Lo siguiente que enseñamos son los límites temporales y espaciales. En los juegos de escuela se van introduciendo poco a poco tiempos y espacios. A la hora de jugar, el reconocimiento de la cancha toma preferencia ante los tiempos de juego. En categoría mini lo que más cuenta son los 5 segundos (tanto de retención de balón tanto a la hora de sacar). Una vez más, moldeamos el reglamento, alargando esos 5 segundos (inutilizando la regla) cuando enseñamos a usar el pie de pivote.

  • 1×1 – Jugador con balón no tiene bote, sólo puede pivotar y tiene que proteger el balón. El defensor cuenta el número de veces que consigue tocar el balón. Rondas de 10-20 y 30 segundos.

En cuánto al saque, apenas llegamos a mencionar, llegando incluso a inculcar el hábito de sacar en cuánto salga (el árbitro NO tiene que coger el balón -a menos que haya habido alguna violación, falta o tiempo muerto). Es lógico querer acostumbrar a los jóvenes jugadores a jugar a un ritmo frenético. Los equipos que no meten ese “chip” en ataque en los entrenamientos suelen pagarlo muy caro en defensa cuando juegan partido. Es una las primeras señales de un equipo en formación trabajado.

  • En un ejercicio de 2×2 sin bote, podemos pedir que den el pase entre el segundo 3 y el 5 (matizando que preferimos el límite en 4,9 segundos) para acostumbrar a nuestros jugadores a aguantar el balón, tener paciencia para ofrecer buena línea de pase y, además también estaremos trabajando la defensa de la línea de pase.

Antiguamente en un 1×1 se podía anular la norma del doble regate (cuando se hacía un auto-pase a tablero tras interrupción de bote) para practicar el cierre de rebote para el defensor a la par que se pide la realización de un pase exigente al atacante.
Hoy en día ya no hace falta anularlo. El propio reglamento FIBA ha aceptado lo que ya se hacía en la NBA. Lanzar el balón contra el tablero y volver a recibir el balón se considera como auto-pase y no como bote (si no se botó antes, se podrá botar; y se ya se botó, el bote no estará disponible). El reglamento, una vez más, se ha adaptado a lo que el juego pedía a gritos.

Probablemente la norma que menos se trabaje en mini sea la de los 3 segundos en zona restringida. Al fin y al cabo, lo que más se juega es juego libre partiendo del 5 abiertos.

Entrenando un alevín de segundo año (o ya un equipo de canasta grande), nos podemos plantear ir implantando nociones de reglamento con las que tendrán que empezar a lidiar en la próxima temporada, en la que ya están en canasta grande. Sin lugar a dudas, la más importante es la posesión de balón. Empezar a interiorizar los “tiempos de ataque”.

  • 8 segundos para pasar media cancha, realizando series de 1×1 con una duración corta que podrá ir oscilando entre los 3 y 7 segundos. Con progresiones hasta el 5×5 y limitaciones técnico-tácticas.

En cuanto a dirección de partidos también hemos tenido un cambio importante en la regla de los 14-24 segundos
Final de partido con 20 segundos. Hemos pedido tiempo muerto y tenemos que decidir si sacar en campo ofensivo (pista delantera), contando con 14 segundos, o salir desde campo defensivo (pista trasera) y gozar de todo el tiempo restante. Aunque sea una decisión a cargo del entrenador, sí es cierto que se ha convertido en una nueva variedad de situaciones especiales que se deben entrenar. Es responsabilidad del entrenador conocer a su grupo y saber en qué situación puede ser más provechoso elegir una u otra forma de saque (en caso de tener disponible la opción).

Hay que medir los tiempos en los que se lleva a cabo una acción considerando un intervalo de tiempo de ejecución mínimo y máximo para saber si lo que planteamos es factible o no.

  • Partido 4×4 o 5×5: Jugar y ver si un equipo es capaz de interiorizar el tiempo de posesión (24 segundos). Un extra más, sería incorporar los 14 segundos en caso de rebote ofensivo.

Por supuesto, los entrenadores deben actualizarse en cuánto a reglamento y tener la inquietud por estar en constante formación. Por último, es muy recomendable que en los clubes se secuencien y temporalicen los contenidos de reglamento, igual que debieran estarlo los contenidos técnicos y tácticos (esto último parece obvio, pero es necesario recordarlo porque en algunos sitios ni se interesan por hacer tales deberes).

El reglamento también juega y tenemos que tenerlo presente cuando presentamos ejercicios y juegos. No con el ánimo que nuestro equipo mini se sepa mejor el reglamento que el joven árbitro de escuela que apenas recién salió de su formación. Sino más bien para que conozcan los límites del propio reglamento y habituarles a buscar esos límites. Si nosotros no le buscamos las “cosquillas” al reglamento y nos preocupamos en hacerlo, ¿quién lo hará? ¿Acaso no nos quedamos maravillados de la forma en la que se regularon las auto-canastas intencionadas (creación de Pedro Ferrándiz) o la forma de actualizar el reglamento tras una acción atípica de un joven Ricky Rubio?
Si conseguimos que los jugadores se interesen por el juego entendiendo los pilares en los que se sustenta, estaremos realizando una gran labor pedagógica.

Sin técnica no hay táctica y sin reglamento no hay ninguna de estas dos. Y más importante todavía, sin Juego no hay reglamento. Tengamos en cuenta el reglamento, usémoslo como una variante más de las condiciones de práctica, tanto por generalizaciones y sobre todo por las excepciones que puedan surgir.

Cedric Arregui Guivarc´h Entrenador Superior de baloncesto

Entrevista a Cedric: https://aebcam.es/podcast-6-aebcam-cedric-arregui-guivarch-entrenador-superior/

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La excepción que confirma la regla – Artículo Cedric Arregui Guivarc´h